Toda el agua que utilizamos en nuestro hogar es apta para el consumo humano, pero solamente el 10% se usa beber o cocinar. El resto del subministro, unos por persona al día, se destina a la eliminación los residuos del inodoro (30%) y al cuidado de la higiene personal, la limpieza doméstica o el riego (60%). ¿Es necesario este derroche de agua potable? La respuesta a esta pregunta está en las Aguas Grises.
Las Aguas Grises son aquellas que no son aptas para el consumo humano pero que, debidamente tratadas, pueden ser utilizadas para cualquier otra actividad: limpieza, riego o evacuación de heces y orina. En el plano de la higiene personal, este uso es más delicado por riesgo de ingestión, especialmente es el caso de los niños. Estamos hablando, sin embargo, de cubrir más de 120 litros del consumo de agua diario personal.
¿De dónde proceden las Aguas Grises?
De nuestro propio hogar. Utilizando un sistema de filtrado, podemos reutilizar más del 60% de agua que, con un sistema normal, se acaba perdiendo por el desagüe: los electrodomésticos como la lavadora o el friegaplatos, la limpieza doméstica y la higiene personal generan grandes cantidades residuales poco contaminadas que podrían ser reutilizadas, en lugar de acabar mezcladas con las Aguas Negras, provenientes del uso del inodoro y que son perjudiciales para la salud y por tanto inutilizables.
Ante la inmovilidad que las compañías subministradoras muestran ante la opción de hacer llegar a los hogares un doble suministro de aguas potables y grises, la respuesta social defiende la utilización de este sistema a nivel doméstico; el colectivo Greywater Guerrillas, formado por educadores, diseñadores constructores y artistas, difunde los valores de la Cultura del Agua, ofreciendo soluciones sencillas para construir infraestructuras domésticas que fomenten el aprovechamiento hídrico. Existen otras asociaciones hispanas como la Fundación Nueva Cultura del Agua.
Sistemas de tratamiento
Hay varios métodos para, una vez recogida, tratar convenientemente el agua residual para su reutilización. No hay que olvidar que esta agua contiene bacterias que causan mal olor, además te incorporar los residuos propios del uso anterior (pelos, grasa…).
Fitodepuración: Los carrizos, juncos, eneas o esparganios, son plantas acuáticas de los humedales capaces de degradar la materia orgánica del entorno. Este proceso natural es ya utilizado para tratar grandes masas de aguas en campos de golf o en la restauración de ríos y ciclos fluviales especialmente castigados por la acción industrial, aunque también encontramos proyectos que lo aplican a nivel doméstico.
Depuración biológico-mecánica: Este sistema es el más extendido dentro del reaprovechamiento de Aguas Grises a nivel doméstico. Por su construcción compacta es totalmente compatible con la orografía urbana, y su carácter modular permite aumentar su capacidad de depurado en función de las necesidades.
Este sistema es un conjunto de procesos de filtrado y tratamiento bacteriológico, tal y como explica este video, de la empresa Pontos.
Pequeñas soluciones: El principal motivo por el que este cambio hacia un uso racional del agua doméstica se hace esperar es la complejidad técnica que supone renovar toda la instalación de agua de un edificio; por ello van apareciendo varias soluciones sencillas dar el primer paso hacia el uso de las aguas grises.
Este es el caso del modelo W+W (Washbasin + Watercloset) de Roca. Este diseño utiliza el agua del lavamanos para reponer el agua de la cisterna de inodoro, previo filtrado. Granador de varios premios de diseño, este proyecto de Roca es una mejora la idea que ya presentó la firma Caroma.
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