Sabemos que el agua dulce es un recurso escaso en nuestro planeta: sólo el 3% del agua presente en nuestro planeta es apta para el consumo humano, un porcentaje en constante decrecimiento debido a la degradación de ls recursos hídricos y al consumo desorbitado de los países occidentales.
¿Podemos contribuir a mejorar esta situación? Por supuesto, sencillamente utilizando algunos pequeños trucos para ahorrar agua en casa.
Usa el lavavajillas y la lavadora totalmente llenos, siempre que estas no tengan programas para media carga. Lavar los platos a mano consume un 10% más de agua, normalmente caliente.
Utiliza atomizadores en tus grifos. Esos artilugios permiten las sensación de mayor cabal de agua gastando la misma cantidad, ya que mezclan el líquido con aire.
Cierra el grifo cuando no utilices el agua: cuando te cepillas o afeitas, e incluso cuando te enjabonas en la ducha, cada minuto estás desperdiciando más de diez litros.
No utilices el inodoro como papelera, ten siempre un cubo donde depositar los residuos. Así evitarás malgastar descargas de la cisterna y evitarás contaminar los cursos fluviales.
Si la cisterna de tu lavabo no incoropora un mecanismo que permite realizar descargas cortas (utilizadas para limpiar el inodoro cuando orinamos) puedes disminuir los litros vertidos introduciendo una botella de agua mineral vacía (u otro objeto estanco) relleno de agua. Añade una cucharada de sal a esta agua para que no se corrompa. Recuerda también que tirando de la cadena sólo una de cada dos veces que utilizamos el excusado para orinar es suficiente si el uso de este inodoro es continuado.
Ten siempre una botella de agua fría en la nevera, especialmente en verano. Así no malbaratarás esperando que el agua del grifo sale fresca. Si no dispones de nevera, hay artilugios sensacionales que mantienen el líquido fresco pese al calor,como el botijo.
Utiliza un cubo para aprovechar el agua que no está a la temperatura deseada, por ejemplo mientras esperas para ducharte. Este truco nos lo ofrece la gente de Ahorra con el Cubo.
Evita llenar la bañera. Duchándote consumes mucha menos agua. Si además aprovechas este momento para orinar, contribuirás aún más al ahorro.
Riega tus plantas de noche, así conservarás la humedad del suelo muchas más horas que cuando está expuesto a pleno Sol.
Elige plantas autóctonas de tu zona o especies con poca necesidad de riego. Con un mínimo gasto de agua lucirán bonitas y se adaptarán perfectamente a su entorno. En el caso del césped, hay variedades adaptadas para todas las climatologías, tenlo especialmente en cuenta si tu zona no posee un clima escocés.
Finalmente, si quieres tener una idea del agua que consumes en tu hogar, tienes esta calculadora de agua ofrecida por la BBC.
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